«La Loba», última obra de Camucha Escobar, presentada por su autora

Por Andrea Viveca Sanz | Contarte Cultura |
Edición: Walter Omar Buffarini |

Enterrados en las profundidades de la tierra se encuentran los miedos y las dudas, las palabras calladas y las voces que, escondidas entre sus surcos, esperan.

“La Loba”, la nueva novela de la escritora bonaerense Camucha Escobar, abre sus páginas. Un aroma fresco, que huele a tierra mojada, se desprende de cada una de las letras, esas mismas letras que dibujan los sinuosos caminos de esta historia.

La voz del mal se alarga entre las comas, cuelga entre los renglones, emerge desde los bordes y llama. Sin embargo, una lluvia blanda se derrama sobre la tierra seca, son las gotas del amor capaz de transformar en luz la más absoluta oscuridad.

En diálogo con ContArte Cultura la autora cuenta cómo surgió la idea de “La Loba” e invita a sus lectores a introducirse en la boca de esta historia.

—Vamos a comenzar la presentación de tu nueva novela con una especie de juego: Las páginas se abren, algo se mueve entre sus letras. Desde el borde de las palabras, lentamente, se desprende un aroma, es el perfume de aquellas emociones que han quedado en el aire de la trama. ¿Cuál sería ese perfume y por qué?
—Sería un perfume con olor a “tierra mojada”. El olor que producen las lluvias sobre la tierra seca. Los miedos, el desarraigo, las mentiras, los conflictos en general están hundidos profundamente en la tierra seca, esperando la lluvia, el amor, la ayuda incondicional para poder transformar un camino negro en un sendero de esperanza.

¿Recordás qué imagen o situación disparó en vos la escritura de esta saga que comienza con “La Loba”?
—Recuerdo haber leído el nombre de Enriqueta Martí, La Vampiresa del Poniente, en un libro dónde la mencionaban al pasar. Sin embargo, anoté enseguida el nombre para poder indagar más tarde. Cuando comencé a investigar su historia escabrosa, decidí que yo también quería contarla. Por eso tuve que documentarme muy bien sobre sus actividades nefastas. Fue un gran desafío introducir esta situación en el marco de cuatro hermanas que de una manera u otra terminan sufriendo las consecuencias de una discípula de esta mujer. Es una historia de víctimas y victimarios, donde el amor se refleja atormentado por amenazas y mentiras.

¿Por qué te decidiste por ese título?
—El título se relaciona con tres personajes de la novela. Para no develar la trama, puedo decir que, en cada uno de los personajes La Loba tiene un significado diferente.

¿Cuáles son las temáticas principales que se entrelazan para dar vida a esta novela?
—La trata de mujeres con la famosa Varsovia, el secuestro de niños con fines macabros, el desarraigo, la traición, el desamor, el engaño y por supuesto, el amor.

Contanos cómo viviste el proceso creativo de tu obra, ¿qué cosas te resultaron más movilizantes y qué fue lo que más te costó?
—Todo lo relacionado a mi investigación sobre La Vampiresa del Poniente fue muy duro, ya que se trataban hechos relacionados con criaturas. También dos o tres escenas bien fuertes, ya en Salta, me dejaron un gusto amargo en la boca. Lo que más me costó fue una escena donde la protagonista era una niña de catorce años. Confieso que tuve que dejar de escribir por un buen rato e inspirar profundamente para luego poder seguir.

¿De qué manera lograste dar forma a los escenarios de tu novela? ¿Sobre qué geografías soltaste a tus personajes para que vivan su historia?
—Los situé en Barcelona y Salta. Barcelona por Enriqueta Martí y Salta por el fuerte caudillaje en aquella época. Además, necesitaba un lugar donde se dedicaran a la minería.

¿Qué nos podés contar de las protagonistas de “La Loba” y quiénes las acompañan?
—La historia es principalmente sobre tres hermanas que deben viajar a la Argentina. Es una novela coral, donde cada una de ellas escribirá su propio destino. Las jóvenes se ven afectadas profundamente por oscuros personajes que incidirán de manera directa o indirecta sobre sus vidas.

¿En qué tiempo histórico transcurre la trama?
—Transcurre en una época tranquila: 1912-1913. Si bien no hay hechos históricos resonantes, la sociedad está cambiando. En Salta ocurrieron elecciones fraudulentas como así también en muchas partes de nuestro país. Es una época marcada por la mano negra de la Varsovia, aquella organización que se dedicaba a la trata de mujeres. Las engañaban para luego venderlas en los prostíbulos del país. Las más lindas eran destinadas a Buenos Aires y Rosario.

Unas palabras finales que inviten a los lectores a ingresar a la boca de esta historia, al encuentro con “La Loba”.
—A mis lectores les diría que la lean y disfruten. Es una historia apasionante donde la intriga, el misterio y el amor juegan papeles fundamentales.

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