Por Mercedes Giuffré | El País de la Bruma |
Camucha Escobar es una autora oriunda de Pergamino, provincia de Buenos Aires, que trascendió los pagos. Escribe novelas ambientadas en la historia argentina (al menos hasta ahora) en las que los géneros se mezclan. Lleva publicadas en Plaza & Janés, a la fecha, tres novelas que conforman una saga de las que, no obstante, cada entrega puede leerse de manera independiente. Tuvimos oportunidad de conversar con ella a raíz del lanzamiento de la más reciente entrega de la saga.
E.P.B.: Sabemos que tus novelas pueden leerse independientemente pero están relacionadas unas con las otras. ¿Pensaste esa constelación de historias como una gran novela a partir de un proyecto inicial?
C. E.: En realidad, fue dándose a medida que publicaba. Cuando escribí mi primera novela Tierra en sombras ya tenía una idea bastante clara de lo que quería expresar y los libros de Cristina Bajo me inspiraron muchísimo. Tanto los conflictos como los personajes principales hacía tiempo que los imaginaba. Aquí aparecen María de la Cruz Montalvo y Facundo Godoy, quienes deberán vivir situaciones conflictivas en las que los celos, los sufrimientos, las dudas y hasta la más cruel de las traiciones se conjugan para separarlos. Los personajes secundarios los fui creando según los necesitaba y otros aparecieron, así de simple.
En mi segunda novela, Tu rostro en el fuego, aparecen nuevos conflictos y personajes. Piedad Iriarte y Ernesto Salvadores, en medio de las luchas entre unitarios y federales, se verán desafiados a huir no sólo de las persecuciones que desangran al país, sino también de la crueldad de varios personajes de la familia. Es una continuación de la primera novela en lo que se refiere a acontecimientos históricos.
En mi tercera novela, El infierno en tu piel, nos encontramos con los personajes principales de Tierra en sombras y Tu rostro en el fuego, ya adultos, que pasan a un nivel secundario. Los protagonistas de esta historia van a ser los frutos del amor de las dos novelas anteriores, sus hijos. Aquí aparecen José Manuel Iriarte y Nicha Godoy, quienes vivirán un gran amor rodeados de rituales de magia negra, maldiciones y traiciones.
Las tres historias están hermanadas en el crecimiento de sus personajes como así también en lo que acontecía en aquella época. Son un viaje al mundo del pasado, a un Pergamino que aún guarda en sus paredes las balas que tiñeron de sangre la política y la historia de nuestro país. Un lugar en donde el mayor desafío del ser humano era la poca libertad de decidir y vivir versus la pasión desenfrenada que se expresaba a nivel político y sentimental. Los enfrentamientos, las luchas entre unitarios y federales, porteños y confederados, las persecuciones, las guerras civiles, las batallas encarnizadas que se proyectaban hacia el interior de las familias… Y entre tanta angustia y desconcierto historias de amores desenfrenados, puros e inimaginables en medio de esas épocas de tanta desolación y traición. También tienen en común que juego con estos mundos sumergida en el realismo mágico, que es el toque fundamental que necesito para expresarme.
Yo me volqué principalmente a esta época de la historia argentina porque muchos acontecimientos tuvieron lugar en mi ciudad natal. Elegí esa temática porque amo la historia y, si es de Pergamino, mejor. Me encanta escribir sobre mis pagos. Pergamino era un lugar estratégico donde se produjeron grandes conflictos entre federales y unitarios. La crueldad de esa época fue terrible y creo que es uno de los períodos más sanguinarios en nuestra historia. Tanto la caída de Rosas como el avance del Ejército Grande y la batalla de Cepeda se desarrollaron en estos lares. En esta tercera novela el conflicto principal es entre Buenos Aires y la Confederación y todo lo que ello suscita.
E.P.B.: ¿Cómo fue el proceso de investigación para “El infierno en tu piel”? ¿Recorriste archivos en tu ciudad, Pergamino?
C.E.: Si, investigué muchísimo. La mayoría de los conflictos históricos y bélicos me sirvieron para las tres novelas. En nuestra ciudad había un Archivo Histórico muy valioso y en el cual pude informarme libremente. Había libros de la época, cartas, documentos, mapas que señalaban el Camino Real. También usé material de grandes historiadores. En dos de mis novelas hay grandes batallas como: la batalla de Caseros en Tu rostro en el fuego y la batalla de Cepeda en El infierno en tu piel.
Para esta nueva novela también tuve que hacer un arduo trabajo de investigación sobre la magia negra, hechizos y maldiciones. Signos y símbolos que para mi fueron una novedad. Te sumergís en un mundo poco conocido lleno de desafíos literarios dignos de ser contados. Muchos de ellos aterradores.
E.P.B.: Los personajes de José Manuel y Nicha son muy potentes y definidos. ¿Vamos a volver a saber de ellos en tu próxima novela?
C. E.: En este momento estoy escribiendo una novela diferente con otros escenarios y con personajes totalmente nuevos. Es una historia, bastante adelantada, situada en el 1912 en Barcelona y Salta. El condimento divertido es que uso alguno de los personajes de La boca roja del Riachuelo de Graciela Ramos para que se entremezclen con los míos. Más adelante voy a retomar la historia de El infierno en tu piel pero con los personajes de Emma y Laureano. Todavía no es su momento.
E.P.B.: ¿Qué relación tiene la historia grande, de los acontecimientos nacionales, con la ficción en las tramas de tus libros?
C.E.: La historia es tal cual lo que pasó y lo que pude, por supuesto, investigar. La ficción en la historia se da más que nada cuando ubico a mis personajes en varios conflictos políticos, sociales y bélicos como protagonistas de estos solo para darle contexto a la misma y a los efectos de una mejor dramatización. Un gran desafío es plasmar los distintos hechos históricos y entrelazarlos con la vida de los personajes.
E.P.B.: ¿Te consideras una autora de novela histórica? ¿Cómo encarás esa fusión de géneros que se advierte en tu escritura?
C.E.: Amo la historia y si es de Pergamino, mejor. Me gusta el contexto histórico, pero que sea ágil. El tema del género no sé cómo definirlo, escribo sobre historia, sobre amores, pero también sobre la crueldad de la vida, no me puedo encasillar en ser una autora de novela histórica solamente, necesito de la novela romántica y el misterio como así también del realismo mágico para fusionarme. Es un proceso que se me da naturalmente.
E.P.B.: Camucha, tenés una prosa muy rica, te nutrís de refranes y de dichos populares, y se nota que has leído mucho. ¿Qué autores consideras que de algún modo contribuyeron a tu formación de lectora y escritora?
C.E.: Te nombro a Cristina Bajo, a Florencia Bonelli, a Mujica Laínez, que me encanta. Después leo de todo, salvo autoayuda o filosofía. Me gustan mucho Poe, Mankell, Vargas Llosa, Jorge Amado. Me encantan las españolas como Dolores Redondo. Por supuesto amo a Harry Potter. Los refranes y dichos nacen también de la investigación. Con respecto a los españoles, no sólo provienen de la lectura sino de series de época, cuyo vocabulario es riquísimo.